

PORQUE LA TRANSMISIÓN NO ES AUTORÍA PERSONAL
Y EL SERVICIO ESPIRITUAL NO ES TRABAJO "PROFESIONAL".
Al mezclar, como editores, nuestro universo según la ley de Libertad con el mercado y las leyes dominantes en la sociedad de nuestra civilización occidental como puede ser LA PROPIEDAD PRIVADA, nos hemos dado cuenta que sería muy conveniente distinguir y tratar de manera distinta dos clases de autorías y de producciones de libros: los que funcionan según estas leyes y producen libros de los que se consideran propietarios; y los que ponemos por encima de la propiedad intelectual la transmisión fiel en conciencia y el facilitar dar a conocer libros cuyos autores también funcionan según valores por encima del legalismo clásico pero cuya difusión se ve bloqueada muchos años por intereses particulares (que pueden ser caprichosos, celosos y resultar más en apropiación moral que en salvaguarda cuando los autores han fallecido), y legales generales (la tendencia es aumentar los años tras el fallecimiento del autor para liberar las obras, lo cual nos parece para obras con calidad por ejemplo de "patrimonio de la Humanidad", un error).
Por otro lado, pensamos que
en el nuevo Orden inminente sobre la Tierra,
las leyes y la propiedad serán barridas como todas las producciones egoicas y desviadas del Orden Natural universal.
El nuevo mundo y nuevo Hombre se conformarán según el espíritu puro y el corazón puestos en sus obras.
Lo que tanto se defiende humanamente o egóticamente quedará pulverizado, y sólo se salvarán las obras religadas al Espíritu, a lo eterno y escritas con "letra solar".
El Universo nos pide renunciar al orgullo humano, reorientar nuestra energía hacia el correcto esfuerzo, refundarlo todo en armonía con su Orden supremo; ¡vivir según nuestro sol espiritual y CELEBRARLO!.